Aprovecho de que acabo de llegar a Guayaquil para compartir uno de uno de mis momentos favoritos de la película… la caminata de Blanquito, descubriendo esta magnífica ciudad por primera vez.
La secuencia empieza con uno de los segmentos fotográficos que marcan momentos de deslumbramiento en los ojos de Blanquito.
La música era importantísima en este segmento, y tuve la suerte de participar en un laboratorio de música para cine, que organiza Bertha Navarro en México DF.
En este laboratorio 10 proyectos cinematográficos de Latinoamérica son agrupados con 10 músicos que trabajan en un segmento de cada película: es un ejercicio espectacular, en un ambiente muy especial y altruista, asesorado por músicos super diversos y admirados (entre ellos Michael Nyman, Joselo Rangel -- de Café Tacvba; y Leo Heiblum -- de los Shajatos, la voz del "Que No Quede Huella" que sale en la película.)
Ocasionalmente, cuando una de estas composiciones queda extremadamente bien, se la utiliza en la película terminada. Esto sucedió con PESCADOR.
El tema de Guayaquil fue compuesto y grabado en este laboratorio, por Diego Benlliure, músico mexicano extremadamente talentoso y sensible.
Entre los instrumentos que se grabaron en vivo están varias pistas de acordeón y de saxofones.
El acordionista es Carlos Pacheco, músico espectacular.
El saxofonista es Daniel Zlotnik, también integrante de Los Dorados, gran banda de jazz mexicana, que suena en la casa de Elías dos veces, con "Acapulco Golden" y con "Estación Marte", dos temas que le iban muy bien a la casa.
La secuencia plantea un montaje en paralelo entre la noche de Lorna (María Cecilia Sánchez) y la de Blanquito (Andrés Crespo). Uno de los retos en la grabación de estos temas era el entrar y salir de ambientes, espacios y tonos muy diferentes, sin romper la continuidad musical, algo que Diego logró manejar con mucha elegancia.
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